Del Comentario
Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así Ia ley de Cristo. Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña. Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse solo respecto de sí mismo, y no en otro; porque cada uno llevara su propia carga. (Gálatas 6:2-5)
Los cristianos deben sobrellevar (tiempo presente) de manera continua los unos las cargas de los otros. Aquí sobrellevad alude a la idea de soportar el peso con aguante y entereza; y cargas es la traducción de baros, que se refiere a cargas pesadas que son difíciles de levantar y llevar. Usado en sentido metafórico como en este pasaje, representa cualquier problema u obstáculo que una persona tiene dificultades para lidiar por sí misma. En este contexto la referencia indica que se trata de cargas que tientan a un creyente en pecado a caer de nuevo en la falta de la cual acaba de ser restaurado. Una tentación persistente y opresora es una de las cargas más pesadas que un cristiano puede llevar sobre sus hombros.
Ser librado de un pecado no equivale siempre a ser librado de la tentación correspondiente. El creyente espiritual que de verdad ama a su hermano y tiene el deseo sincero de restaurarle para que vuelva a andar en el Espíritu, seguirá pasando tiempo con él y se pondrá a su disposición para aconsejarle y animarle. La oración es el arma más potente que los creyentes tienen para conquistar el pecado y oponerse a Satanás, y nada ayuda a un hermano a llevar sus cargas tanto como la oración por él y con él.
El hermano que ha sido librado de una falta tiene la obligación de permitir que sus amigos espirituales le ayuden a llevar sus cargas. No es la espiritualidad sino el orgullo lo que hace que una persona quiera "arreglárselas por sí misma". Santiago dice a los creyentes: "Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos par otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho" (Stg. 5:16). Dios mismo es la máxima fuente de fortaleza para el creyente, y todos somas llamados a echar sobre Él nuestra carga (Sal. 55:22) y "toda [nuestra] ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de [nosotros]" (1 P. 5:7). Además, Él usa con frecuencia a los hermanos en la fe como Sus agentes para ayudar a llevar las cargas de Sus hijos.
Cuando los creyentes sobrellevan los unos las cargas de los otros, lo que hacen en realidad es cumplir así Ia ley de Cristo. Jesús dijo: "Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como Yo os he amado, que también os améis unos a otros" (Jn. 13:14). La ley de Cristo es la ley del amor, la cual cumple todo el conjunto de la ley de Dios (Ga. 5:14; Ro. 13:8, 10).
El mandato de Pablo cada uno llevará su propia carga parece contradecir lo que acaba de decir acerca de sobrellevar los unos las cargas de los otros (v. 2), pero el hecho es que aquí utiliza un término diferente. Phortion (carga) se refiere a cualquier cosa que se lleva, sin la connotación específica de dificultad. Se utilizaba en general para aludir a las obligaciones normales de la vida que cada persona es responsable de llevar como su propia carga, sin tener que reclinarse en los demás.
Para un cristiano, carga puede referirse a "lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo", por lo cual tendrá que rendir cuentas "ante el tribunal de Cristo" (2 Co. 5:10; 1 Co. 3:12-15). Su carga también puede referirse a cumplir su llamado personal y el ministerio que le fue asignado para gloria del Señor. Jesús asegura a sus seguidores que la "carga" [phortion] de servicio que Él les asigna es "ligera" (Mt. 11:30). En todo caso, cada creyente tiene que rendir cuentas por su propia carga, incluida la carga ligera que Cristo le da, así como comparecer ante Él para responder por su fidelidad en llevarla.
Pg. 229 – 232