Del Comentario
Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también. (2 Timoteo 1:5)
Timoteo tenía un legado de fe no fingida en él, la cual habitó primero en su abuela Loida, y en su madre Eunice. La referencia a Loida y Eunice sugiere que Pablo las conocía personalmente, tal vez él jugó un papel decisivo, junto con Bernabé, en ganarlas para Cristo durante su primer viaje misionero, que lo llevó cerca de la casa de Timoteo, en el área de Galacia (cp. Hch. 13:13—14:21).
Probablemente fueran judías creyentes del viejo pacto que recibieron de inmediato a Jesús como su Mesías, Salvador y Señor, cuando oyeron por primera vez el Evangelio por boca de Pablo. Para el tiempo del segundo viaje misionero de Pablo, las mujeres entregaron su nieto e hijo al Señor, “y daban buen testimonio de él los hermanos que estaban en Listra y en Iconio” (Hch. 16:2). Timoteo era hijo indirecto de Pablo en la fe, él se había vuelto creyente por medio del testimonio de su abuela Loida y su madre Eunice, quienes habían sido llevadas a la fe directamente por el apóstol. Por medio de ellas, él “desde la niñez [había] sabido las Sagradas Escrituras, las cuales [lo podían] hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús” (2 Ti. 3:15).
Hace unos años, yo participé en un debate sobre la elección de un hombre para que asumiera el liderazgo de una organización cristiana reconocida. Al ver la lista de candidatos, comenté cuán interesante era que cada uno de estos hombres tenía un pastor fiel por padre. Por supuesto, el Señor ha levantado muchos líderes fieles, incluyendo a Pablo, entre familias impías o pecaminosas. Pero un porcentaje alto de los grandes hombres en toda la historia de la iglesia ha venido de familias piadosas. El padre de Timoteo era un gentil incrédulo (Hch. 16:3), pero su madre y su abuela eran creyentes de gran piedad. Pablo las elogia por su inmensa influencia para bien en Timoteo y por la fe no fingida que el apóstol, estaba seguro, había también en Timoteo.
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